Los lenguajes simbólicos son una herramienta para la comunicación de la vida interior, del alma. En una entrevista donde el foco parece ser la carta natal, un mapa de la psique, podemos replantearnos como astrólogos para qué nos sirve ese mapa, que es lo que hacemos con el.
¿Hacemos una “lectura” de la carta natal? Tomamos el mapa y lo leemos, ¿como quien tomara un libro y empezara a leer en voz alta? Es verdad que con la carta natal podemos leer, intelegir y significar acontecimientos de la vida, unir el afuera con el adentro, el destino con la conciencia. Pero la palabra lectura nos aleja un poco de lo que realmente es una entrevista sobre la carta natal: un diálogo.
Hay un relato de la persona que habrá de ser significado con la carta natal, pero para que ese relato de la persona surja, el astrólogo también tiene que relatar, contar la forma posible que va tomando una vida en base a los patrones energéticos que surgen de esa estructura natal.
Esa narración plástica que hace el astrologo al entrevistado, es, quizás, un tópico poco analizado por los astrólogos mismos. Obsesionados por la lectura, la interpretación, el deseo de encontrar la “sombra” del consultante, a veces olvidamos cómo llegar a ese punto junto con el consultante. El astrólogo y el consultante participan de una narración. Es un hecho estético , donde se van trazando líneas para que el otro dibuje, y se vuelve a dibujar junto con el otro. Es un dialogo sobre el otro, con el otro, usando un lenguaje simbólico que tiene el don de permitirnos hablar de una manera intelectual, emocional y física al mismo tiempo. Un lenguaje que nos acerca al objeto, nosotros mismos, con ambos hemisferios cerebrales.